La Fiscalía General de la Nación continúa investigando la muerte por intoxicación de dos menores de edad en un apartamento del norte de Bogotá, un caso que ha generado profunda conmoción en el país. Las autoridades señalan como principal sospechosa a Zulma Guzmán Castro, para quien ya existe una orden de captura y una circular roja de Interpol.

Los hechos: un domicilio que terminó en tragedia

El caso se remonta a abril de 2024, cuando un grupo de adolescentes se encontraba reunido en un apartamento y recibió un domicilio con frambuesas cubiertas de chocolate. Tras consumirlas, varias de las menores presentaron síntomas de intoxicación.
Dos niñas fallecieron posteriormente, y los análisis del Instituto Nacional de Medicina Legal confirmaron presencia de talio, un metal altamente tóxico.

Otras dos personas también resultaron afectadas, pero lograron recuperarse.

La búsqueda de la presunta responsable

La Fiscalía ha señalado a Zulma Guzmán Castro, empresaria conocida en el ámbito del emprendimiento, como sospechosa dentro de la investigación. Según las autoridades, su posible participación surgió tras rastrear la cadena de compra y entrega del paquete que llegó a la vivienda.

Guzmán Castro habría salido del país poco después de que el caso se hiciera público, razón por la cual la Interpol publicó una notificación roja para localizarla en territorio internacional.


Los investigadores trabajan en varios frentes:

Trazabilidad del pedido: quién ordenó el producto, desde qué dispositivo y método de pago.

Declaraciones del domiciliario que entregó el paquete.

Peritajes toxicológicos que confirmaron la presencia de talio.

Entrevistas a familiares y testigos para identificar posibles motivos o conflictos previos.

Revisión del entorno social y personal de la sospechosa.


Aunque la Fiscalía ya recolecta indicios importantes, todavía no se han formalizado cargos, ya que el proceso requiere consolidar toda la evidencia.

Talio: por qué su presencia alertó a las autoridades

El talio es un metal sin olor, color ni sabor, lo que dificulta detectarlo sin exámenes especializados. Su uso está estrictamente controlado y su obtención suele dejar rastros, por lo que los peritos investigan cómo y dónde pudo adquirirse.

Su hallazgo llevó a descartar una intoxicación accidental y confirmó la necesidad de una investigación penal.

Reacciones institucionales

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) activó las rutas de protección para las familias afectadas y para los menores que sobrevivieron.
La Secretaría de Salud ha acompañado el proceso desde los primeros momentos del incidente.

Organizaciones de protección infantil han reiterado la importancia de denunciar cualquier posible riesgo que involucren a menores y han solicitado acelerar los procesos judiciales en casos de violencia o sospecha de maltrato.

Lo que viene en el caso

La Fiscalía continúa reuniendo elementos materiales probatorios para determinar si presentará imputación formal contra Guzmán Castro o si se vincularán otras personas.
El avance del caso depende de la captura de la sospechosa y del análisis final de las pruebas toxicológicas, testimonios y trazabilidad digital.

Mientras tanto, las familias de las víctimas piden celeridad y claridad en el proceso para que se establezcan responsabilidades y se haga justicia.

Los hechos

La madrugada del 31 de octubre de 2025, la ciudad de Bogotá vivía la celebración de Halloween. En la zona rosa de Chapinero, donde abundan los bares y discotecas, el estudiante Jaime Esteban Moreno, de 22 años, salió de una fiesta junto con un amigo. A pocos metros del lugar, se produjo un altercado con un grupo de jóvenes que también salían del mismo sector.

Entre ellos se encontraba Juan Carlos Suárez Ortiz, quien, según las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, habría participado directamente en la agresión que terminó con la vida del joven universitario. Las cámaras de seguridad del sector captaron el momento en el que Moreno fue atacado a golpes hasta quedar inconsciente sobre la vía.

El informe médico forense determinó que el estudiante sufrió un traumatismo craneoencefálico severo, además de múltiples contusiones en el rostro y el tórax. Fue trasladado a un centro hospitalario, pero falleció horas después a causa de la gravedad de las lesiones.

Quién es Juan Carlos Suárez Ortiz

Juan Carlos Suárez Ortiz tiene aproximadamente 27 años y, según distintas fuentes, también cursó estudios universitarios en ingeniería. Sin embargo, su nombre saltó a la opinión pública no por su trayectoria académica, sino por su presunta participación en uno de los crímenes más impactantes del año.

Algunas publicaciones han mencionado que Suárez Ortiz tenía antecedentes leves por infracciones al sistema de transporte público, pero hasta antes de este caso no registraba antecedentes penales graves. Su círculo cercano lo describía como una persona reservada, aunque los testigos de la noche del crimen lo señalan como alguien que actuó con violencia descontrolada durante la agresión.


La captura y la audiencia

Pocos días después del homicidio, las autoridades lograron identificar y capturar a Suárez Ortiz gracias a las grabaciones de las cámaras del sector y a varios testimonios de testigos presenciales. Su arresto se produjo en Bogotá y posteriormente fue presentado ante un juez de control de garantías.

En la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía General de la Nación le atribuyó el delito de homicidio agravado, señalando que el ataque fue cometido con "crueldad y sin posibilidad de defensa por parte de la víctima".

Durante la diligencia, el fiscal explicó que las pruebas videos, declaraciones y análisis forenses demuestran que Suárez Ortiz participó activamente en la golpiza. En los videos se observa que el joven vestido con un disfraz oscuro, con el rostro pintado de rojo y negro, persiguió y agredió a Moreno junto con otro sujeto que luego fue identificado como Ricardo González Castro, quien recientemente se entregó en Cartagena.

Su declaración y defensa

En la audiencia, Suárez Ortiz no aceptó los cargos. Su defensa argumentó que no hubo intención de matar al joven y que se trató de una pelea que se salió de control. El abogado defensor pidió que se cambiara la calificación del delito a homicidio preterintencional, que implica causar la muerte sin intención directa, lo que reduciría considerablemente la pena.

La defensa también solicitó que el procesado permaneciera bajo detención domiciliaria, alegando que no representa un peligro para la sociedad ni hay riesgo de fuga. Sin embargo, la Fiscalía pidió medida de aseguramiento en centro carcelario, argumentando la gravedad del crimen, la sevicia del ataque y la conmoción social que ha causado el caso.

Uno de los detalles más mencionados en la audiencia fue una supuesta frase de Suárez Ortiz dirigida a su compañero durante la agresión:

"No lo golpee tan fuerte".

Esta expresión, aunque podría interpretarse como un intento de detener la violencia, también fue considerada por la Fiscalía como prueba de que él era consciente de lo que estaba ocurriendo y participó activamente en el ataque.

Las pruebas y versiones sobre el motivo

El caso ha despertado diversas versiones sobre lo que provocó la pelea. Algunas hipótesis señalan que el altercado habría comenzado por una acusación de acoso o comportamiento inapropiado hacia una de las mujeres que acompañaban al grupo de los agresores.
Según esa versión, uno de los hombres, al enterarse de lo sucedido, enfrentó a Moreno, lo golpeó y después se unieron otros, entre ellos Suárez Ortiz.

La Fiscalía, sin embargo, ha aclarado que aún no hay pruebas concluyentes sobre esa supuesta motivación y que la principal línea de investigación se enfoca en los hechos registrados en los videos y testimonios.

Estado actual del proceso

Hasta el momento, Juan Carlos Suárez Ortiz sigue privado de la libertad, mientras el juez define de forma definitiva si continuará en prisión preventiva o bajo detención domiciliaria.
El delito por el que fue imputado, homicidio agravado, contempla penas de hasta 50 años de cárcel.

Por su parte, la familia de Jaime Esteban Moreno ha pedido que no se permita ningún beneficio judicial y que los responsables reciban la máxima condena posible.
"Mi hijo salió a celebrar y nunca volvió. No hay excusa para tanta violencia", expresó la madre del joven durante una entrevista a medios locales.

Avances paralelos en el caso

El proceso también avanza contra el segundo implicado, Ricardo González Castro, quien se encontraba prófugo y se entregó voluntariamente en Cartagena el 10 de noviembre. Su vinculación refuerza la versión de que el crimen fue cometido por al menos dos agresores.

Ambos jóvenes enfrentarán cargos similares, y sus audiencias podrían cruzarse en las próximas semanas, cuando la Fiscalía presente el material probatorio completo ante un juez penal.

Repercusiones del caso

El asesinato de Jaime Esteban Moreno ha causado una enorme indignación en Colombia, especialmente entre la comunidad universitaria. Estudiantes y ciudadanos han exigido justicia y mayor seguridad en las zonas de rumba de Bogotá.

Este caso ha abierto nuevamente el debate sobre la violencia entre jóvenes, el consumo de alcohol en celebraciones nocturnas y la falta de controles efectivos en sectores de entretenimiento.

Las autoridades locales han anunciado que reforzarán los patrullajes y la videovigilancia en la zona de Chapinero para evitar hechos similares, mientras que la Fiscalía continúa reuniendo evidencia para esclarecer completamente los motivos y la participación de cada agresor.


El caso de Juan Carlos Suárez Ortiz representa una de las etapas más sensibles de este proceso judicial. Aunque su defensa insiste en que no tuvo intención de causar la muerte de Jaime Esteban Moreno, la Fiscalía sostiene que su participación fue activa y determinante.

La sociedad espera una sentencia ejemplar que marque un precedente contra la violencia sin sentido que terminó con la vida de un joven estudiante lleno de sueños.
El proceso judicial continúa, y las próximas audiencias definirán si Suárez Ortiz enfrentará juicio con medida intramural o bajo detención domiciliaria, mientras la justicia busca establecer toda la verdad detrás de este trágico suceso.

En una audiencia realizada este lunes ante un juez de control de garantías en Bogotá, la Fiscalía General de la Nación imputó formalmente a Ricardo González Castro por el delito de homicidio agravado, en el marco de la investigación por la muerte del estudiante Jaime Esteban Moreno, de 22 años, ocurrida la madrugada del pasado 31 de octubre en el norte de la capital.

El caso, que ha causado indignación en todo el país, tuvo lugar luego de una fiesta de Halloween en la localidad de Chapinero, donde el joven universitario fue brutalmente agredido por dos hombres en vía pública. Las cámaras de seguridad registraron el ataque y fueron clave para identificar a los presuntos responsables.

El desarrollo de la audiencia

Durante la diligencia judicial, la Fiscalía presentó los resultados de la investigación, señalando que Ricardo González Castro fue una de las dos personas que golpeó violentamente a la víctima después de una discusión ocurrida a la salida de un establecimiento nocturno.
Según los videos analizados, González vestía de negro y llevaba orejas de conejo como parte de su disfraz de Halloween. Las imágenes lo muestran participando activamente en la golpiza que terminó con la vida del joven estudiante, quien falleció horas más tarde por un traumatismo craneoencefálico severo.

El fiscal del caso indicó que existen testimonios, registros audiovisuales y peritajes forenses que vinculan directamente al acusado con el crimen. Además, se resaltó que, tras conocerse la identidad de los agresores, González abandonó Bogotá y permaneció varios días prófugo de la justicia hasta que finalmente se entregó voluntariamente en Cartagena el pasado fin de semana.

Los argumentos de la Fiscalía

En la audiencia, el ente acusador imputó el cargo de homicidio agravado, argumentando que el ataque fue cometido con una violencia desmedida y en condiciones que impidieron a la víctima defenderse.
La Fiscalía también solicitó medida de aseguramiento intramural, es decir, que González sea enviado a un centro carcelario mientras avanza el proceso judicial, al considerar que existe riesgo de fuga y de obstrucción a la justicia.

"Se trata de un hecho reprochable que evidencia un desprecio absoluto por la vida humana", afirmó el fiscal durante su intervención. "El imputado actuó con total ensañamiento y abandonó la escena sin prestar ningún tipo de ayuda a la víctima".


La defensa y la respuesta del acusado

Por su parte, la defensa de Ricardo González Castro manifestó que su cliente no acepta los cargos y aseguró que está dispuesto a colaborar con la justicia para demostrar su inocencia.
El abogado defensor argumentó que el joven "no tenía intención de causar la muerte de la víctima" y que su entrega voluntaria a las autoridades demuestra su voluntad de someterse al proceso judicial.

El juez, luego de escuchar a ambas partes, dio por legalizada la captura y avaló la imputación presentada por la Fiscalía, dejando pendiente la decisión sobre la medida de aseguramiento, que se definirá en las próximas horas.

Antecedentes del caso

El homicidio de Jaime Esteban Moreno, estudiante de Ingeniería de la Universidad de los Andes, se registró alrededor de las 3:00 a.m. del 31 de octubre, cuando el joven fue atacado por dos hombres tras un altercado en la zona de discotecas de Chapinero.
Las cámaras de seguridad del sector captaron el momento en que los agresores lo golpearon repetidamente hasta dejarlo inconsciente sobre el pavimento. La víctima fue trasladada a un centro médico, pero falleció poco después a causa de la gravedad de las lesiones.

Días después, la Policía Metropolitana de Bogotá capturó al primer implicado, identificado como Andrés Felipe Barbosa, quien actualmente enfrenta proceso por el mismo delito. Con la entrega de Ricardo González, la Fiscalía considera que se completa la identificación de los principales responsables.

Reacciones y repercusiones

La audiencia fue seguida con atención por medios nacionales y ciudadanos, quienes exigieron justicia por el crimen que ha generado conmoción y repudio.
Familiares y amigos de Jaime Esteban Moreno estuvieron presentes en los tribunales y pidieron que el caso no quede en la impunidad. "Mi hijo era un joven ejemplar, lleno de sueños. No descansaremos hasta que los culpables paguen por lo que hicieron", expresó entre lágrimas la madre del estudiante.

El caso ha reabierto el debate sobre la violencia juvenil, el consumo de alcohol en la vida nocturna bogotana y la necesidad de reforzar la seguridad en las zonas de rumba. Autoridades locales anunciaron que se revisarán los protocolos de vigilancia y control en los sectores más concurridos por jóvenes durante las celebraciones festivas.

Lo que viene en el proceso

Con la imputación de cargos formalizada, el proceso judicial contra Ricardo González Castro continuará con la audiencia de medida de aseguramiento y, posteriormente, con la etapa de acusación formal, en la que la Fiscalía presentará todas las pruebas recolectadas.

De ser hallado culpable, el acusado podría enfrentar una condena de hasta 50 años de prisión, según lo establecido por el Código Penal colombiano para los casos de homicidio agravado.